En Instagram, 258.794 y en YouTube, casi 40.000 reproducciones acumulaba el jueves “Tucumán”, el videoclip de Mariano García, que dirige Álvaro Simón Padrós, y que subió a la web el 24 de Septiembre.
El tema es una recreación de la canción “Sugar Town”, escrita por Lee Hazelwood y popularizada por Nancy Sinatra en 1967. Fue grabado por García utilizando sintetizadores analógicos, instrumentos virtuales, y guitarras estridentes interpretadas por el músico tucumano.
El video es una breve aventura al estilo de las clásicas películas de carretera, con paradas en El Bajo, la hermosa biblioteca del Instituto Miguel Lillo y Famaillá.
El lanzamiento de García es parte de una saga de dos canciones llamada ”Tucumán-Buenos Aires”, cuya segunda parte estará disponible en plataformas digitales, donde se pueden encontrar también los trabajos anteriores del artista.
Desde California
Mariano García vive desde hace ocho años en Hayward, California (EEUU) a donde partió en busca de trabajo. “Me dedico al diseño de productos digitales como sitios web y aplicaciones móviles. De hecho en 2012 trabajé en el rediseño de la versión digital de LA GACETA”, refiere.
- ¿Cómo es tu vínculo entre el diseño web y la música?
- Desde la secundaria toqué en varias bandas tucumanas (ninguna duró mucho ni fue muy conocida). Siempre hice música; en un momento viví en Buenos Aires, donde tocaba solo y ya tenía cierta frecuencia de lugares donde me llamaban a tocar; me iba bastante bien. Cuando vine a California se hizo más difícil porque perdí los contactos; estuve muy ocupado y un poco abandoné hasta la época de la pandemia. Entonces tuve más tiempo y más espacio; retomé con más fuerza la música, y empezamos a hacer estos videos que por suerte están saliendo bien. Pero la verdad es que como trabajo en diseño y en la música todo hago en la compu, no hago tantos distingos entre los trabajos y las tomas de decisiones entre un medio y otro.
- ¿Podemos hablar de un género en “tu” Sugar Town?
- La primera vez que escuché esa canción me pareció que el estribillo, cuando dice Sugar Town podría decir Tucumán. Siempre tuve la idea de trabajar con eso y hacer una letra sobre Tucumán. La canción tiene la estructura en la que le cuento a alguién cómo es Tucumán, o bien le escribo a alguien invitándolo a que conozca la provincia. Habla de las cosas buenas y de algo malo, pero real como es el problema del hollín de bagazo de caña.
- ¿Cómo surge el vínculo con Simón Padrós?
- Lo conozco de la época de las bandas. Como estaba avanzando con esta canción, me contacté y estoy muy contento con el resultado, que es excelente.
- ¿Cómo son las repercusiones?
- Estoy sorprendido porque hago una música que no es muy popular. Es música electrónica pero no es para bailar, sería música alternativa. La verdad es que lo hice por placer, pero está alcanzando gran repercusión. Me escribieron desde excompañeros del colegio hasta desconocidos, con comentarios de todo tipo en YouTube.
- ¿Cómo es la segunda parte?
- Siempre había pensado en hacer dos partes, una, Tucumán, y la siguiente, Buenos Aires, como dos destinos en un pasaje. El tema de Buenos Aires también es la readaptación de otra canción que tiene que ver con la familia Sinatra.
- ¿De dónde viene el nexo con los Sinatra?
- Es una coincidencia. En mi casa de la infancia sonaba mucho Sinatra. En el caso de Sugar Town me parecía interesante el vínculo con la palabra azúcar. Y cuando estaba grabando las voces se me ocurrió esta idea de dejar el Sugar Town original al final como una referencia a la industria azucarera.
- Tu presente ¿es seguir trabajando en EEUU?
- Sí, pero como para cualquiera que se va de su tierra siempre está latente la idea de volver o de cuándo volver.
- En definitiva has hecho un ejercicio identitario...
- Me alegra que alguien lo vea así. Siempre es difícil en este tipo de ejercicios elegir qué incluir y qué dejar afuera. En los comentarios surgen todas las quejas de lo que no está, los lapachos, Yerba Buena, las calles rotas... Pero es que se trata de una mirada artística.